En un período extrañamente concentrado en el espacio y el tiempo de la historia humana, Dios amaneció en hebreo, pasó la mañana en arameo, atardeció en árabe, llegó a la noche en griego y latín, y se fue a dormir en silencio a la espera de que las máquinas sueñen con un Dios electrónico. La Verdad es mestiza. Cuando Dios fue Mujer es un ensayo de imaginación crítica que busca desnudar a Dios para entender la fisonomía de su cuerpo, pero no escudriñando su anatomía, sino los lenguajes con que el ser humano le ha venido (tras)vistiendo a partir de los patrones cortados por tres sastrerías míticas: el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. En el interlineado de Dios habitan todas las mujeres que fueron madres y todas las madres que serán amantes, que pronunciarán en Elohiym a un padre judío, serán llamadas Immā por un hijo cristiano, y encontrarán inspiración en el Espíritu Santo del Al-lāh del islam. Y cuando seamos en el futuro, todas las preguntas que nos respondimos con palabras que no quisimos que otros comprendieran, sobre las que hubimos levantado concertinas de supremacismo y exclusión, serán reformuladas por una singularidad tecnológica que, con la naturalidad de quien computa código aleatorio, nos contestará: “Cuando Dios fue mujer escribió tres libros con la receta de la libertad, pero no esperaba que fueran utilizados para nivelar el mueble que cojeaba”.