Esta es la historia de la célula desde el primero que la describió, el pañero Leeuwenhoek. hombre de buenos amigos, como su vecino Vermeer, el pintor de interiores con el que pasea a orillas de los canales de Delft y que le nombraría su albacea. Asistimos al nacimiento de la célula que parecía romper las reglas de la naturaleza y a la intromisión de la bacteria que nos llevará hasta los campos de batalla de Napoleón.
- Cover
- Title page
- Copyright page
- Índice
- Prólogo
- Preludio
- I
- 1. El pañero y el pintor
- 2. Marte, tierra de promisión
- 3. En el principio fue el ARN
- 4. Los intereses creados
- 5. Simiente femenina. Los riesgos de cohabitar con el diablo
- 6. Simiente masculina: un síndrome putativo
- 7. La visión de un cuáquero
- 8. Safari en busca de un tumor
- 9. Las paradojas de Virchow
- 10. Corazón comido
- 11. Tumores y agentes vivos
- 12. Patología del corsé
- 13. Las neuronas gigantes de Lenin
- 14. Cobayas humanos y un quijote limeño
- 15. El síndrome de Lasthenie de Fréjol
- 16. La ysípula del pájaro solitario
- 17. La muerte de la célula
- 18. Las cabezas errantes
- II
- 19. Santiago, el nómada interior
- 20. Río Hortega, importador de tumores
- 21. Isaac Costero, el exiliado que creó la patología latinoamericana
- 22. La alquimia y la Escuela Histológica Española
- Agradecimientos
- Bibliografía