Un padre, escritor de reconocido prestigio, decide emprender una larga caminata con su hijo adolescente. A través de un paso de montaña, se dirigen juntos a la casa fundacional de la familia, el hogar de los abuelos.
Durante el camino, y en una progresiva intensidad de comunicación, padre e hijo exploran la mutua intimidad de cada uno. En el curso de la andadura el padre revela al hijo las sorpresas que encierra una naturaleza aparentemente muda y uniforme: árboles, flores silvestres, arroyos, montañas, estrellas, hasta las irregularidades del rústico sendero, se llenan de sentido ante los ojos y oídos del hijo. Al mismo tiempo, el camino se carga de humanidad al relatar el padre la íntima relación que existe entre el camino y la existencia de quienes lo han recorrido desde siempre.
Pero el camino es más. En un delicado y espontáneo diálogo que da paso a preguntas y respuestas, padre e hijo van desvaneciendo la tenue malla que hasta el momento les había impedido un conocimiento mutuo en profundidad.
El resultado de la experiencia es el enriquecimiento del padre y del hijo, que se reconocen en las imágenes que cada uno proyecta en el otro.
Un relato lleno de ternura y de amor. Amor hacia la naturaleza, hacia la humanidad, hacia la familia, concebida como la suma de eslabones que completan un destino.
- Cover
- Title page
- Copyright page
- Índice
- Antes de salir: En el salón de casa, un miércoles cualquiera
- Preparando la marcha: Noche del viernes, en la cama
- Primera curva: ¿Dónde está la casa del abuelo?
- Segunda curva: El lugar del abuelo
- Tercera y cuarta curvas: ¿Quién hizo este camino?
- Quinta curva: ¿Por qué las curvas de De-kwal-liông son incontables?
- Sexta curva: Hay quien menosprecia el trabajo del campo
- Séptima curva: El juego de las cincuenta plantas
- Octava curva: ¿Qué pasa en tu interior cuando escribes?
- Novena y décima curvas: Lo más difícil de escribir
- Curva once: El verde de los árboles
- Curvas doce y trece: La vara y el escritorio de fresno
- Curvas catorce y quince: La historia de la familia
- Curva dieciséis: Vuelta a andar en silencio
- Curvas diecisiete, dieciocho y diecinueve: Caminos de niños, caminos de mayores
- Curva veinte: Las cosas que vas perdiendo
- Curvas veintiuno y veintidós: Recuerdos de niñez. Cosas perdidas, cosas aprendidas
- Curva veintitrés: El amor de los padres. El pañuelo amarillo
- Curva veinticuatro: Está corriendo
- Curva veinticinco: Venga, una más
- Curva veintiséis: Las prisas
- Curva veintisiete: Lo más duro de ser padre
- Curva veintiocho: Un mundo compartido
- Curva veintinueve: Las amigas
- Curva treinta: El adulto más desdichado del mundo
- Curva treinta y una: La montaña y la puesta de sol
- Curvas treinta y dos y treinta y tres: Pequeños filósofos
- Curva treinta y cuatro: El entrenador de béisbol que se preocupaba por el futuro de sus jugadores
- Curvas treinta y cinco y treinta y seis: La amistad
- Curva treinta y siete: Aún queda un buen trecho
- El camino de casa: El pañuelo amarillo