Crónica de mis años peores constituye la tercera entrega lírica de Villanueva y, desd eluego, su mejor consecución poemática. De ponderación histórica y moral, el libro traza y condena el pasado mal vivido que fue la infancia (y adolescencia) del poeta. El aburrimiento de un ambiente inmóvil pueblerino; la obligada faena de recoleccionar el algodón al lado de los suyos; la humillación frente a la superioridad racial anglosajona en el salón de clase y el endémico angst existencial a causa de una menesterosa circunstancia económico-social son algunas de las vivencias que Villanueva somete a la meditación a través del móvil de la memoria, vivencias de las cuales, al fin y a la postre, logra salvarse. Amén de interpretar un verismo autobiográfico, Crónica de mis años peores se destaca por su intención estética -el lenguaje de voluntad expresiva y la sabiduría técnica que Villanueva sobrepone a la intención testimonial.