Una conocida artista expone su obra en una galería de arte. Su éxito queda en entredicho con la demanda judicial de un visitante, debido al contenido de un cuadro. Es acusada y enjuiciada, lo cual paraliza su vida creativa. Mientras espera la resolución, recuerda y repasa su pasado inmediato: otro tiempo en el que también su vida se paralizó, pero por una razón diferente, mucho más importante y poderosa. Entonces, los médicos le diagnosticaron una enfermedad rara a la hija, una niña de ocho años. Una enfermedad de la que se conocía muy poco y que no sabían cómo combatir. Ahora, con este mal paso del cuadro y los días vacíos en espera de la resolución, su mente le trae recuerdos de los vaivenes vividos con su hija y de cuando esta “jugaba” con la esperanza de vivir.