"Escúchame, Huck, porque tengo que decirte algo verdaderamente curioso. Hasta el momento en que salimos tú y yo anoche, la familia nada sabía del asesinato de Jake Dunlap. Pero los hombres que persiguieron a Hal Clayton y Bud Dixon lógicamente debieron extender rápidamente la noticia, y todos los que se enteraron a su vez debieron ir de casa en casa con el afán de ser los primeros en contarlo, porque, ¡qué diablo!, al fin y al cabo, no tendrán en muchos años nada más interesante de qué hablar. Todo esto, Huck, es muy extraño y no acabo de comprenderlo".
Tom Sawyer, detective (1896), es una secuela de Las aventuras de Tom Sawyer (1876) y Las aventuras de Huckleberry Finn (1884), libros con los que Mark Twain se ganó el aprecio de los lectores más jóvenes. En esta obra, llena de humor e influida por las novelas de Conan Doyle, el joven Tom —cual Sherlock Holmes— intenta resolver un misterioso asesinato y tendrá como su auxiliar a Huckleberry, que remeda a Watson.