Con la escritura como única evidencia de su pensamiento, Elizondo crea un mundo nuevo con las palabras: bajo la pluma del grafógrafo el lenguaje adquiere una vida propia. Maestro en la práctica ritual de la digresión, "explora la amplitud del movimiento pendular de la imaginación", para delinear sus estampas con precisión poética.
- Índice
- El grafógrafo
- Aviso
- Diálogo en el puente
- Sistema de Babel
- Ambystoma trigrinum
- El hombre que llora
- Los hijos de Sánchez
- La señora Rodríguez de Cibolain
- Mnemothreptos
- Los indios verdes
- El perfil del estípite
- Tractatus rethorico-pictoricus
- Novela conjetural
- Futuro imperfecto
- Presente de infinitivo
- Pasado anterior
- El objeto
- Experimento nocturno
- Una ocurrencia incomprensible
- Colofón