Esta obra, escrita en 1722, recorre la vida de una de las principales ciudades de Europa, Londres, en uno de los momentos más terroríficos de su historia: la peste bubónica que cayó sobre la ciudad en 1666 y que causó la muerte a unas cien mil personas. En el libro, escrito por Daniel Defoe basándose en documentos históricos y en sus propias vivencias de niño, asistimos a un escenario aterrador: una tierra desolada, baldía, abatida por el hambre y el temor al contagio. El autor aporta numerosísimos datos, recuentos y estadísticas oficiales que dan una dimensión de la tragedia que sacudió a la capital del Reino Unido, lo que sitúa esta obra a mitad de camino entre la novela y la crónica periodística.