Una mujer adelantada a su tiempo, la fotografía como pasión insoslayable, las guerras del Rif como tan solo uno de sus contrapuntos históricos… Elvira, desde la lejanía de una existencia vivida con intensidad, nos permite acompañarla en su viaje a través de un mundo cambiante. El mapa de su vida —de Dueñas a Madrid, de Madrid a Melilla, y de vuelta a Madrid— estará marcado por la rebeldía, la independencia, el dolor, la duda… y un deseo perpetuo de atrapar la luz con su cámara. “Porque no recuerdo la realidad, sino su retrato, como si la fotografía no solo fuese razón de vida, sino vida misma”, afirma la protagonista, que enfoca con su objetivo tanto los conflictos de la historia de España en que se ve inmersa, como un espacio íntimo tensionado por ilusiones y decepciones.