Casi tan rápido como los cohetes que viajan hasta la luna, un avioncito travieso dibujaba caminos en el cielo… Aprovechando que es muy rápido, el avioncito de este cuento comienza a hacer bromas pesadas a sus amigos. “Qué divertido, qué gracioso”, piensa avioncito… Hasta que un suceso inesperado le hará aprender una útil lección. ¿Quieres saber cuál?