“Como todo texto literario, es éste una memoria individual, una ficción que reniega de los mundos posibles -por tanto, inexistentes- y, también, de los atlantes que intentan reducir la realidad a un mito utópico, oscurantista, a una magia coincidente con sus propios deseos, supeditando así la razón al ideal, ese ideal que no es más que el “debiera ser” de los intereses personales, en lucha con “lo que es”. Lucha estéril, porque siempre es la realidad quien genera lo que es y lo que será, nunca al envés; nunca podremos decirle al mundo lo que somos, bien al contrario, el estudio del mundo será quién nos alumbre y nos dicte… y esa realidad siempre nos rebasa por inabarcable, bien lo sabe la Ciencia, pues es quien nos señala la frontera con el mundo no interpretado. Así pues, vayan estos cuartetos contra las ilusiones de reescribir pasados y, cómo no, contra los orates de dogmas y abstracciones (tales como Libertad, Justicia, Igualdad o Cultura), cuya única pretensión es dar cabida a la imposición de sus deseos por sobre la convivencia; y en favor de los que se afanan en aprender a utilizar entre todos y para todos, las leyes humanas que a todos nos rigen.”