En esta colección de relatos la autora franquea las murallas de la memoria, desmenuza sus recuerdos, los teje con palabras bellas y nos los entrega generosa. Autobiografía y ficción confluyen y se alimentan una de otra; imaginación y realidad se mezclan creando relatos de vida. Uno no puede más que sentirse tocado con la lectura: “Creo que en ese momento, con mucha determinación, se estaba enfrentando a sí mismo y sabía que iniciaba su partida”. Valiente, Rosa Isabel Barboza se enfrenta a sí misma y transmuta sus fantasmas en treinta y tres cuentos que lo mismo arrancan una carcajada que una lágrima. Una ráfaga de viento, una brisa que despeina y te arrastra por sus páginas, que terminas con una sonrisa en los labios.