“Los locos sí pueden ser el principal de una novela; y hasta pueden escribir una novela”, afirma el narrador-protagonista de esta obra —¿padecerá en realidad cierta locura…, o no es más que una ilusión para, de algún modo, complacerse a sí mismo?—, quien constantemente distorsiona la realidad pero, paradójicamente, consigue una objetividad que clasifica por encima del promedio. Un loco sí puede es la novela de un marginado a quien los azares del destino lo llevan a disfrutar la “buena vida”; mas, a partir de entonces su existencia se complica al verse como juez y testigo de situaciones escalofriantes. Teniendo como escenario la Cuba de las décadas de 1950 y 1960 —durante esta última se instauraba el socialismo en la Isla— Félix Luis Viera nos sumerge en situaciones que han marcado hitos en la historia reciente de la nación cubana, utilizando para ello un lenguaje sumamente creativo y apoyado, como en sus novelas anteriores, en las referencias al misterio del sexo, sin dejar de lado otra de sus características: el humor, que en Un loco sí puede suena desgarrador, se podría decir.