Si bien este libro fue concebido por su autor como fábula moral, divertimento sin demasiadas pretensiones literarias, continúa siendo uno de los textos más populares de Dickens. Traducido a cientos de lenguas, editado continuamente, versionado por el teatro, el cine y la televisión, dejó su huella en la Nochebuena que celebramos. La moraleja puede comprenderse fácilmente, su lección —que pudiera parecer demasiado simple por innegable—, se mantiene vigente. Aunque algunos se aparten del ánimo caritativo y solidario con el que según Dickens debemos terminar cada año, para otros representa lo mejor de la Navidad, de una Navidad que deberíamos honrar cada día de nuestras vidas. Tanto debe la Navidad a esta obra de Charles Dickens que cuando el escritor falleció, al paso del cortejo fúnebre, cuentan que un niño preguntó alarmado: “¿También morirá Papá Noel?