Los cuentos y microrrelatos de La coleccionista de búhos conforman un universo que parte del mundo cotidiano para evaluar el comportamiento humano en un tiempo de crisis de valores, mostrando una fractura entre el orgullo del hombre ante la Naturaleza y la posiblidad de destruirla en busca de poder y riqueza. El autor emplea un elaborado lenguaje para sintetizar eventos y acciones en un tiempo que pasa y que busca rescatar otro perdido o alcanzar un momento futuro en que las relaciones humanas serán más fraternas e igualitarias. Los personajes luchan dentro de sus pequeños mundos, se hacen daño a sí mismos y a los demás y, a menudo, son peores que los animales: usan, abusan y matan. Son seres perdidos en su soledad, que no saben cómo entenderse, excepto cuando se trata de sus propios intereses. La coleccionista de búhos nos presenta un mundo ficticio que, partiendo de lo pequeño, lo cercano y lo cotidiano, construye una visión de lo absurdo de la existencia, pero donde la búsqueda de la felicidad todavía es posible.