Las Artes Bajas se adentra en la palabra desde el pequeño formato del verso más íntimo, hasta el complejo social de la prosa poética –o poesía en prosa–, repasando diversos estilos formales, como la esencia del haiku, la fuerza del aforismo, o el alegre ritmo de un recetario, y así recoge como broche final el simbolismo poético en la armonía de un cuento. En una sociedad ya vieja y enmarañada, cualquier conciencia individual recorre un camino de búsqueda de sí misma, encontrando siempre lugares comunes y también espacios propios. Cuatro fábulas inician los distintos estadios de este recorrido personal. Primero desde el ímpetu, después la decepción, luego una ardua lucha y, por último, el empoderamiento de uno mismo, donde la única salvación será alcanzar algún íntimo lugar de origen, uno en el que las propias fronteras caen, y se es al fin de todas partes, y de ninguna.