El criticón es una extensa alegoría donde se unen la narración y la doctrina, la erudición y la invención. También se incorporan la prosa didáctico-moral y la fabulación, la sátira, los símbolos, los conceptos, el estilo. Se puede considerar una novela, al presentar una acción, una intriga, unos personajes y un hilo argumental: todos estos elementos dependen de una dimensión conceptual, filosófica y simbólica. Se estructura en tres partes y consta de 38 capítulos llamados “crisi”. Cada crisi o capítulo lleva a una lectura en diversos planos: el real, el filosófico, el erudito. En esta obra moral, los modelos ideales se ven encarnados por personajes de un mundo de apariencia y sueño por donde se transita en peregrinación. Los personajes se mueven más como paradigmas o arquetipos abstractos que como seres con rasgos psicológicos bien definidos.