El preso Darrel Starding está encerrado en la cárcel de San Quintín sometido a unas sesiones diarias de camisa de fuerza que le inflinge su guardián, Atherton. Pero su voluntad le ayuda a resistir y a imponerse al destino que le espera para lo que le queda de vida. Inmovilizado por la camisa de fuerza, casi al borde la muerte, aprende a viajar en el tiempo con su mente, lo que le permite evadirse del sufrimiento y vivir otras vidas que creía olvidadas. Para escribir El vagabundo de las estrellas, su octava y última novela, London se inspiró en la experiencia de su amigo Ed Morrell, que pasó cinco años incomunicado en una celda en San Quintín.