Turguénev intenta retratar de forma objetiva la vida de los campesinos por medio de su visión situaciones concretas en el ámbito rural, en el que pone en primer plano elementos de la cultura y sociedad de la época. Destaca la denuncia nítida del régimen de servidumbre que imperaba en Rusia. La publicación de Relatos de un cazador causó un gran impacto entre sus contemporáneos. Los lectores asistieron a la primera vez que se retrataba la sociedad rural con tal profundidad psicológica. Para las autoridades de la época, la obra era incendiaria, lo que derivó en una estrecha vigilancia del autor. La calidad literaria del texto es indudable, pero destaca especialmente la riqueza de las descripciones y el espectacular despliegue léxico que conforma un lenguaje literario ejemplar.