Retrocedamos cinco siglos, a la España del 1500. Todavía debían pasar quince años para que naciera Teresa de Ahumada. Tiempo de extremada efervescencia. Política mente predominaba la fuerza expansiva de los reinos de Castilla y deAragón por toda Europa. Un acontecimiento había abierto nuevas posibilidades y nuevas iniciativas: el descubrimiento de América en 1492. Se vivía con la agitación y la ilusión de una nueva frontera abierta al espíritu humano