En Las hazañas de un joven Don Juan, Apollinaire traza, en dimensiones reducidas, el viaje a la sexualidad de un joven de trece años, que en un hermoso castillo del siglo XVII realiza el descubrimiento del sexo con una precocidad y una vitalidad sorprendentes. Tras las primeras torpezas, pegará su oído a una débil pared para oír las confesiones de las mujeres que viven a su lado, incluida su madre, y deambulará de habitación en habitación soñando, devorando con los ojos primero, y convirtiéndose por fin en señor del castillo.