En este libro el lector sólo encontrará mi visión llena de asombro ante la vida y la muerte, cosechada en unos días de verano en el puerto Huasco, y plasmada en algunas fotografías, breve destello de eternidad congelada, reflejadas como textos en esas gotas de rocío poético que los japoneses supieron inventar.
- Diecisiete Sílabas para Huasco
- Dedicatoria
- Agradecimientos
- Prólogo
- Las bellas flores
- Puertas abiertas
- Duro recuerdo
- La nave de luz
- Luna vacía
- De erizadas
- Blanco meado
- Guacolda eres
- Humo que sube
- Frente al mar
- El inmenso mar
- Bello flamboyán
- Quiltro huacho
- En la playa
- Medusa sola
- Gran pelícano
- Pisadas
- Biografía del autor
- Leguleyadas
- Otras Ediciones
- Colofón