Las cosas mueren. Sobre todo las más pequeñas, las más anónimas. Esas cuya existencia mínima, sin noticias para el exterior, prefigura la muerte. No ser nadie y no haber existido se parecen. Pero haber vivido es irrevocable. Aún si el tiempo o los hombres se empeñan en borrar lo que ha sido.
Rescato historias que a nadie más interesan. En eso me parezco a la muerte que no deja de seguirle los pasos a la vida.
Carlos Andrés Jaramillo
- Noches en vela
- Noticias del mar
- Pájaros en el Tíbet
- Al morir las cosas
- En la madrugada
- Candelaria
- Un diario
- Los libros
- La pequeña muerte
- Primer amor
- Ana de Medeiro
- Que no haya pájaros
- Los trenes
- El lector
- Hopper
- Kioshi
- La nave de los locos
- El pintor
- Los ciegos
- El asesino de búlgaros
- El juicio del cerdo
- El juicio de Dios