No hay más luz que la que alumbra.
Gloria hace un recorrido por el territorio de sus orígenes, al tiempo que desgrana en una indagación interna los grandes temas que va encontrando en el camino: la infancia, la soledad y las sombras.
Lo hace desde un presente convulso que se debate entre el miedo y la desconfianza en tiempos de pandemia. Su observación aguda no deja de traslucir una mirada poética con tintes de realismo mágico y conexión con una dimensión espiritual.
El relato de Gloria nos habla de la búsqueda de sentido, aun en los territorios más hostiles. Y, sobre todo, nos interna en un espacio de redención y reevolución personal.