Lo anormal es ser normal, y todo cuerpo esconde una biblioteca.
Los poemas de Colección de flores raras reflejan varias enfermedades extrañas y algunas anomalías menores (desde la sinestesia a la anosognosia, la altrofagia, la triscaidecafobia o los síndromes de Ekbom, Moebius, Proteus, Hutchinson-Gilford, entre otros).
«Las noches y los días» es un poemario en heptasílabos que reivindica la imperceptible franja que separa lo cerebral de lo irracional y la realidad de los deseos, a través de la metáfora noche-día. E «Itinerario: Biblioteca. Divertimento» se asoma al influjo de las viejas lecturas, porque lo que leemos nos informa, nos deforma, nos conforma, y lo que leímos más.