El Coronavirus también fue un arma de corrupción.
Luis Jarabo, anticuario de Valladolid, se contagió de Coronavirus durante la pandemia de 2020. Cuatro años más tarde necesita una copia de las pruebas hospitalarias de entonces, pero estas han desaparecido.
A lo largo de la obra, Luis perseguirá esas pruebas y las razones de su pérdida, entre los silencios de unos y la corrupción y peligros de otros.