Un joven se fuga de un internado religioso y se enrola en un barco mercante con el objetivo de conocer culturas y países, pero se da cuenta de que no todo es ensueño y aventura. Las cosas se le complican y tiene que tirar de astucia y arrojo para escapar de situaciones comprometidas.
A través de Lucas, un personaje ficticio, el autor quiere trasladar a los lectores las experiencias vividas por este joven. Con dieciocho años se enrola por primera vez. Navegó durante una década. Se ve envuelto en acontecimientos que ponen en peligro su integridad física. Cada incidente es más violento que el anterior. Su marcada personalidad, mezcla de extrema osadía y una autoestima inquebrantable, las convierte en herramientas con las que se enfrenta a los obstáculos que el destino le va poniendo en su recorrido.
Estos relatos son reales. Están protagonizados por el autor y contextualizados en tiempo y lugar, aunque pueden variar datos como: fechas, nombres y estados personales. La finalidad, es transmitir fielmente las experiencias vividas, para que el lector pueda extraer su propio análisis sobre los límites de la irracionalidad de un joven, en un contexto relativo a la edad, al entorno donde sucedieron los hechos y a las circunstancias que rodeaban al personaje.
El autor, aún duda, si el haber puesto en el papel estas experiencias, obedece a una tardía vocación para escribir, o al deseo de contarlas como una necesidad que ha anidado en su interior por muchos años. Aunque intuye que ambas pueden estar estrechamente ligadas.