A veces, ni una vida hace imposible el amor eterno.
El juego de tres es un relato que trata del amor intrascendente y del que perdura a lo largo de la eternidad, escrito desde la perspectiva de tres jóvenes durante la Valencia gris del posfranquismo. Es un texto duro, muy crudo, que nos transporta a un momento de cambio entre la libertad y el exceso.
A Ana, Toni y Miquel les une un nexo determinante: la buena suerte y también la facilidad para escoger opciones, sin temor a que las consecuencias se vuelvan en su contra. Sus vidas transcurren en plenitud, desde el acomodamiento, gracias a la excelente posición de sus familias. A cambio, estos tienen que participar en un rol impostado, a diferencia de otros de su edad que viven las mieles de un efervescente estallido de gozo irrefrenable -y que en algunos grupos se extrema hasta la anarquía-.
La amistad entre ellos terminará por aislarlos de todo. Cuando paradójicamente la sociedad celebra la emancipación, ellos se imponen unas normas. ¿Una de ellas? Prohibido enamorarse.