No hay paraíso más grande que un café contigo. No hay droga más fuerte que un domingo en tu cama.
Has dejado un silencio en este espacio en el que a veces me escucho a mí misma. Un hueco frío en esta cama gigante y el baño un poco más yo.
Te suelo llenar los domingos de Latina, de cervezas, de noches en vela, de Cuarto Milenio.
Has dejado un silencio en esta casa que me gusta disfrutar con otros... en tu lado del sofá.