Cansada de estudiar para la selectividad, Fanny mata el tiempo en las redes sociales y decide presentarse a un misterioso concurso de supervivencia. Para su sorpresa, es seleccionada junto a otros nueve adolescentes. Les cubren los ojos y los hacen subir a un furgón en el que les explican el objetivo del juego: tienen que permanecer dentro de un bosque maldito hasta que solo quede uno de ellos. Todos los “medios legales” son válidos para conseguir que los otros concursantes abandonen. Cae la noche y Fanny está sola en medio de ninguna parte. A su alrededor, la oscuridad y los ruidos del bosque son cada vez más inquietantes. Empieza a llover. El juego puede empezar.