Las naciones occidentales –encabezadas por Estados Unidos– disfrutan en la actualidad de una considerable ventaja en casi todos los enfrentamientos militares. ¿Cómo ha llegado a alcanzar tal predominio la «práctica occidental de la guerra»? El presente libro ofrece una respuesta que parte de los orígenes en la Grecia y la Roma clásicas, recorre la Edad Media (cuando los enemigos de Occidente estuvieron a punto de triunfar) y la Edad Moderna (cuando Occidente utilizó la fuerza militar para adueñarse de extensos territorios que nunca había poseído, primero en América y Siberia y, luego, en las costas de Asia y África), y llega hasta las guerras mundiales y los conflictos actuales. En él se ponen de relieve cinco aspectos esenciales de la práctica occidental de la guerra: una combinación de técnica, disciplina y tradición militar agresiva, más una extraordinaria capacidad para responder con rapidez a los retos y servirse de recursos económicos, más que humanos, para triunfar.
Aunque, a lo largo de sus páginas, la obra centra su atención en Occidente y en la función de la violencia en su auge, cada uno de los capítulos examina también la eficacia militar de sus adversarios y los ámbitos en que la ventaja militar occidental ha sido –y sigue siendo– puesta en entredicho.