El rescate que el autor hace de las múltiples vidas de este jalisciense admirable es doblemente loable: nos relata de forma amena la curiosidad que tuvo Arreola por todas las materias, lo que lo llevó a ser uno de los fundadores de la ciencia popular en México, y nos lo muestra también como el humanista y el bibliófilo destacado que fue, poseedor de una de las bibliotecas privadas más interesantes en el continente americano durante su tiempo.
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- Índice
- Prólogo
- El lector científico
- El lector en bicicleta
- Los alfabetos del mundo
- Seminarios cósmicos
- Ciencias naturales
- “Epiléptica Guadalajara”
- Ciencias sociales
- “Piensa y trabaja”
- Donde habite el olvido
- Leer y experimentos afines
- La lectura es un asunto de óptica
- Escuchar con los ojos
- Mal de libros
- Biblioteca afantasmada
- Luz y tiempo
- El arte fotográfio y otras liturgias*
- Coleccionador de instantes
- Agradecimientos
- Fuentes de información