Pedro sabía lo que era atravesar el margen y volverse otro, ése que sólo vale para tenerle miedo o lástima; por eso construyó una voz que narra desde adentro, que nos permite ver adonde nadie mira, dueña de una ternura enorme, capaz del amor, allí donde sólo indiferencia y desprecio. Su singularidad reside en que no juzga a sus vecinos del borde, tampoco los justifica, los entiende como productos de un aparato que se ha encargado de diezmar a las clases populares que han quedado marginadas a los bordes geográficos, económicos, sociales y culturales, ordenados por el día a día de la supervivencia.
María Sueldo Müller
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- Índice
- Una voz desde el margen
- Y Usted
- Cajas Chinas
- Cajas chinas II
- A Usted
- Así fue
- Leyenda del pampa de los ojos azules
- El Meni
- El territorial
- Breve historia del Plumetí
- Manguruyú
- Urdino
- Lingüísticas
- De Gauchos, Puntillas y Coraje
- Cálculo
- El Encuentro
- Inocencias Perdidas
- Rescates
- Resignación
- Idelma
- Distintos tonos de verde
- Accidentes botánicos
- Melita y los combates
- El Adoquín
- El Ángel encargado de construir mí día
- El Juano
- Vida Recoleta
- Fábula niña
- Hasta el milenio que viene
- Junto al camino con un raído Stetson sobre los ojos
- Deserción o la escena de la ventana
- Pescadores
- Cachorros
- La noche de las pléyades
- El Maestro
- Cuadro de situación
- Un barco al fondo de la calle
- Conversación con un retrato
- Un Violín en Praga y Villegas
- La isla de los Lázaros
- Congéneres
- Leonor
- La libertad de los pájaros