El pasado ha sido desde siempre objeto de una dosis de veneración que apunta más a lo que mantiene de permanente que a lo definitivamente concluido y cuando eso ocurre, ese pasado moviliza un tiempo propio que avanza hacia el futuro con la fuerza de una base de confianza en aquel pasado que se venera, que se recuerda. Recordar aquellos principios es la mejor manera de renovar su sentido, de compartir su presencia, de justificar el festejo convivial y la retórica o el ritual que las fechas conmemorativas siempre aportan. Es la única, la mejor manera, de preservar nuestros orígenes fundadores. En el caso de José de San Martín, nadie discute, y todos aprueban, su designación de Padre de la Patria, que le ha sido concedida desde siempre, porque sus acciones y sus decisiones han sido decisivas para la configuración de la Argentina libre y americana.
Hebe Clementi
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- Índice
- Prólogo
- El bautismo de fuego
- Frente a frente con Bonaparte
- Una foja de servicios irreprochable
- Encrucijada y elección
- Una estrategia: la unidad americana
- La Logia Lautaro: una hermandad
- Amor a primera vista
- Un retrato de época
- Presentación en sociedad
- Boda en la catedral
- El coraje también se aprende
- El honor: la única ética
- La verdad, caiga quien caiga
- Cuando mueren las palabras
- La colecta patriótica
- Cabral, soldado heroico
- La generosidad del vencedor
- La lucha es cruel y es mucha
- Un encuentro en el camino
- A propósito de Belgrano
- Lecciones de vida
- Que nadie se entere
- Cambio pena de muerte por infamia duradera
- Mas que el general, el hombre
- El molinero ingenioso
- Héroe por decisión propia
- Anuncio sorpresa
- Mujeres en acción
- Alguien que no volverá a hacerlo
- Juicios salomónicos
- La eficacia de las medicinas caseras
- Esclavos, nunca mas
- Elogio del coraje
- La independencia: una cuestión de todos
- Fray Luis Beltrán: hombre de armas tomar
- Momentos de desánimo
- Los adversarios de adentro: otro flanco para cuidar
- Los espías, esos héroes desconocidos
- Caldo de gallina para curarse mejor
- Para sacarse el sombrero
- Astucias de ultimo momento
- La verdadera misión de Alvarez Condarco
- La mano blanca y la mano negra
- Gallinas mensajeras
- Dura lex sed lex
- Confundir al enemigo: una formula ganadora
- A antiguas derrotas, triunfos nuevos
- Ante la anulación, firmeza
- Un recreo para el amor
- La libertad, única recompensa
- La temible fuerza de los rumore
- La confianza recuperada
- La vuelta
- Contra la calumnia, solo la verdad
- Diagnostico de situación
- La cobardía desenmascarada
- Ir al grano
- A la caza del botín
- Los amigos de la victoria
- El abrazo mas verdadero
- Secretos bien guardados
- Una decisión tomada
- Pezuela y el chancho
- Un virrey amigo
- Mejor romper cacharros que dar batalla
- La diferencia de ser invitado
- La ley del mas fuerte
- Éxito de publico
- Para quedar a mano
- Atender razones
- A los peruanos, agradecido
- En el amor y en la guerra, todo vale
- Un punto final
- La nobleza bien entendida
- Recursos de califa
- El libertador en vivo y en directo
- A cuerpo de rey
- La arrogancia y la modestia
- El secreto de Guayaquil
- La hora del renunciamiento
- Como un cuento de las mil y una noches
- El retorno
- Injusticia sin remedio
- Los grandes expertos
- Las vueltas de la historia
- Padre e hija
- Santo remedio
- La llegada a Europa
- La pluma y la espada
- Decálogo para una educación
- El sable envainado
- Tiempo de conquistas
- El poder: un anciano sucio y lascivo
- Un reencuentro
- La hora de la verdad
- Un juez imparcial
- El buen uso de las condecoraciones
- A la vuelta de la vida
- El fin