A medida que adelanta la canoa, nuevas escenas aparecen ante la vista hechizada, en las caprichosas ondulaciones de las costas, y en los variados vegetales que las orlan. A cada momento el navegante se siente deliciosamente sorprendido por el encuentro de nuevos riachuelos, siempre bordados de hermoso verdor; sendas misteriosas que transportan la imaginación a elíseos encantados.
Marcos Sastre: “Un paseo por las islas” (fragmento), en: El tempe argentino (1858).
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- Índice
- Introducción a unos esplendores
- Celebra lo inasible
- Arrastra una música ideal
- Frío domingo de julio
- Escenas alrededor de una casa
- Intervalo incierto
- La casa tiene espacio
- Anochece
- ¿Es una obviedad…?
- Llueve. Llueve copiosamente
- Pura algarabía de los sentidos
- Celebraciones en el río
- De un vicio urdido
- En el muelle
- Que vuelvan, sobre el filo del agua
- Carapachay. Este Carapachay
- El cielo vuelto
- Siempre nos alegra llegar al puerto
- Aires de La otra orilla
- De un muelle a otro
- Los misterios en las islas
- Dicen que por aquí
- Por los caminos
- Los veranos encuentran en la lluvia
- Ya es sabido, lo corroboramos
- Escribir en la naturaleza
- Iniciales
- Un tajo en el monte
- Sabe que la palabra arrecia