Los cuentos de Nora Rodríguez Müller se despliegan sobre una geografía familiar en la que pueden ocurrir minúsculos milagros y también estallidos de violencia, bellezas imprevistas, ocurrencias absurdas. El mundo que construyen los relatos es mirado con asombro y pinceladas de humor –no exento de piedad– por una narradora que descubre facetas diferentes en la anécdota, reproduce paisajes y recorridos, espía a sus criaturas disimuladamente. “Vieras qué bonitos”, es una incitación cercana y coloquial, de tono pueblerino, a concentrarse en las peripecias, muchas veces menudas, que la escritora descubre en su zona literaria: la picardía de una guía que lleva turistas del extranjero a Adrogué, el adolescente obsesionado por su profesora de literatura, la muchacha que gasta sus chinelas para llegar al aeropuerto en medio de un piquete, un anciano que siembra tulipanes. Ellos son solamente algunos de los personajes que atraviesan el libro. Con una voz que es íntima y nunca altisonante, Rodríguez Müller sabe detectar nítidamente dónde hay historias y cómo hacerlas crecer por el puro placer de narrarlas, como si la rodeara un círculo de oyentes en torno de una hoguera, ávidos de saber qué va a contarse. Y es seguro que este libro no va a defraudarlos. Vieran qué bonitos, qué certeros y conmovedores son los cuentos de Nora Rodríguez.
Mónica Sifrim
- Cover
- Title page
- Copyright page
- Índice
- Adrogué
- Siesta
- Metro más, metro menos
- Vieras qué bonitos
- Encuentro
- Mudanza
- Bien calladito
- Cena para dos
- Los olvidados
- Transfusión