La educación obligatoria es una experiencia universal que caracteriza a las sociedades modernas, como si se tratase de un rasgo antropológico de las mismas. Es un proyecto social y educativo que ha sido reconocido como un derecho universal porque encierra la posibilidad de dignificar al ser humano -a todos y cada uno de ellos-, al tiempo que contribuye a la mejora de la sociedad. Se trata de una de las «invenciones» sociales ilustradas que resumen todo un elenco de aspiraciones relacionadas con la idea de progreso individual y colectivo, material y espiritual. Los peligros que hoy acechan a la educación obligatoria no se refieren tanto a su existencia y cobertura logradas, sino a la pérdida de su sentido emancipador para todos los que concurren a ella. La obligatoriedad significa no conformarse con abrir la escuela a todos, sino obligarse a hacer reales las oportunidades que promete ese derecho: su disfrute en condiciones de igualdad, el respeto a las diferencias no discriminadoras y su capacidad en la distribución de cultura. En esta obra, GIMENO SACRISTAN se preocupa por reavivar en la memoria colectiva el significado actual de este proyecto para no olvidar los retos pendientes que aún tiene por delante y revitalizar las razones que lo sustentan. Argumentar sobre lo que consideramos natural y definitivamente ya dado tiene el valor de recordarnos que ciertas conquistas sociales, como es la educación obligatoria, son logros precarios. Para infundirle vigor, no debemos dejar de alimentar los valores que la nutren y apoyan.
- Cover
- Contenido
- Sobre el autor
- CAPÍTULO PRIMERO - Introducción. La escolarización forma parte de nuestras vidas
- CAPÍTULO II - La trayectoria de un derecho lleno de promesas
- Un derecho y un modo de vida que es posible sólo bajo ciertas condiciones
- Un proyecto objeto de miradas diferentes
- CAPÍTULO III - La escolarización se convierte en una característica antropológica de las sociedades complejas
- La escolarización y la identidad de los sujetos
- La universalidad de la educación y la identidad del hombre moderno
- La educación en las relaciones sociales
- Las razones que dieron lugar a la expansión de la escolaridad obligatoria produjeron otros cambios. La escuela no está sola
- CAPÍTULO IV - La educación obligatoria y el optimismo acerca del progreso
- La creencia en el principio de que todos son educables en alguna medida
- Un camino para la igualdad y para la inclusión social
- ¿Caduca la esperanza en el progreso apoyado en la educación?
- CAPÍTULO V - La educación obligatoria: una escolaridad igual para sujetos diferentes en una escuela común
- La naturalidad de las diferencias
- La diversidad se convierte en problema. El gusto por la norma o el nivel
- Graduar la escolaridad obligatoria facilita el progreso ordenado, pero regula un ritmo para los estudiantes que son desiguales
- Formas de abordar la complejidad provocada por la diversidad
- La escuela pública y comprensiva como respuesta a las desigualdades y a las diferencias
- CAPÍTULO VI - La educación obligatoria: un proyecto y una realidad social que es preciso llenar de contenidos y de prácticas pedagógicas adecuadas
- A la educación obligatoria le compete la educación general
- La especialización educativa de las escuelas
- Una enseñanza obligatoria con contenido valioso
- Un sujeto dotado de las herramientas básicas para penetrar en el mundo cultural
- La cultura escolar sustanciosa y densa tiene que ser subjetivada y atractiva para formar parte de los sujetos
- La cultura escolar tiene que aprovechar la variedad y riqueza de los depósitos a través de los que ella puede sernos accesible
- El alumno que aprende es un ser singular al que apoyar en su autonomía
- La educación ilustradora requiere un clima que posibilite la expansión creadora
- Profesores de calidad para la educación obligatoria
- Bibliografía
- Otras obras de Ediciones Morata de interés