Ser y sentirse "ciudadanos del mundo" significa que por el civismo de la globalidad sentimos y actuamos convencidos que, efectivamente, "nuestro mundo es el mundo". Puede que un día o otro será reconocido que la grandeza de las naciones -con estado propio o sin él- consista en hacer extensiva en el mismo grado a todo el mundo y a toda la humanidad la procupación y la actuación a favor del ejercicio y el respeto de los derchos civiles, políticos, económicos, sociales y culturles que emanan de la declaracions Universal de Derechos Humanos.