El poeta y ensayista cubano Cintio Vitier dijo de la «niña prodigio» cubana ? que falleció antes de los veinte años, dejando poesías, cartas y pinturas famosas-: «El destino de Juana hay que entenderlo desde los supuestos ultra-románticos difundidos en los medios artísticos del fin del siglo y representados entre nosotros con especial sinceridad y lucidez por su amado maestro Julián del Casal. Entre esos supuestos o quintaesencias pueden señalarse dos: la Naturaleza es abominable; la alegría es vulgar».