La humanidad se expande por la galaxia dibujando un espacio más o menos esférico que todo el mundo llama el Brazo de Orión Colonizado. Cada planeta constituye un mundo propio con una cultura y civilización con muchas reminiscencias terrestres, pero que inevitablemente adopta caracteres propios. La comunicación con la metrópoli es prácticamente imposible, dado que muchos de los viajes de colonización han durado desde decenas a cientos de años. Sin embargo, el establecimiento de los anillos Fusinika permite a la metrópoli visitar de forma casi instantánea, y en algunos casos "redescubrir" el planeta que había sido colonizado hacía mucho tiempo. Este es el caso del planeta Golaam con una sociedad de procedencia humana que ha adoptado un recorrido propio debido al colapso por causas desconocidas del modelo terrestre original. El hecho de poseer una cultura diferente y regresiva obliga a la autoridad terrestre a no inmiscuirse en sus asuntos atribuyéndose un papel de "supervisor" estudiando su cultura desde una posición privilegiada: una estación orbital llamada "Orm Ambar". La cultura golaamita es peculiar y un tanto estática, sin embargo algunas cosas están a punto de cambiar. El actual supervisor de Golaam, Michael Liu, deja el cargo y redacta un informe con sus apreciaciones personales, destinado a sus superiores, en el que relata los ·ltimos acontecimientos de los que ha sido testigo. "El mago de Gond" es la versión novelada de este informe, redactado por Liu.
Esta novela, en una versión reducida al tamaño de "novela corta", ganó uno de los premios UPC de ciencia ficción del año 2003, uno de los más prestigiosos de Europa en el campo de la novela corta.
La urdimbre geográfica y social de Golaam, un país imaginario, ha obligado a la creación de numerosos nombres propios que se han recogido, junto a los personajes de la historia, en un Glosario al final de la novela.