La Europa de este último medio siglo ha sido una historia de indudable éxito pero, de un tiempo a esta parte, empiezan a aparecer en el horizonte algunos signos inquietantes que presagian tiempos más difíciles: la caída de la natalidad y el envejecimiento de la población, el complejo acomodo del Islam en las sociedades europeas, los dilemas de construcción europea, la disminución del peso relativo de los países europeos en la economía mundial, y una creciente ansiedad en torno a cuestiones relacionadas con la identidad. Este ensayo examina todos estos desafíos y sitúa a la Europa actual en esa constante reflexión histórica sobre la rotación entre los periodos de declive y renacimiento