León Tolstói, escritor ruso, nos muestra el contraste entre los seres humanos y el mundo de los animales: indolentes los primeros y compasivos los segundos. Una perrita callejera es entregada al domador para que el león la devore. El león recibe a la perrita en la jaula y convive con ella, juega, la cuida y la alimenta. Cuando la perrita muere, el león sufre y no acepta que la retiren. Como la perrita está muerta, el león también muere.