PALOMARES: en 1966 cayeron sobre esta aldea andaluza cuatro bombas de hidrógeno en una operación de abastecimiento de los temidos bombarderos B-52 que rutinariamente sobrevolaban el territorio español. Con ellas llegó la contaminación nuclear, el silencio oficial, los desmentidos, la censura, la muerte. En un país hecho de silencios y mentiras.
La era de Palomares reúne cuatro voces únicas y silenciadas. Luisa Isabel Álvarez de Toledo, Duquesa de Medina Sidonia, movilizó a la población almeriense contra la corrupción del sistema franquista y escribió un diario sobre los acontecimientos de Palomares; el pintor Jorge Castillo realizó el Tríptico Palomares y una serie de óleos y bocetos relacionados con la catástrofe; Juan Goytisolo describió en su crónica Campos de Níjar la miseria bajo la que vivía el pueblo almeriense en aquellos años y décadas; Eduardo Subirats analizó las dimensiones globales que el desarrollo de la industria y la expansión de la guerra nuclear entrañaban para un futuro que hoy es nuestro tiempo presente.
PALOMARES es una página imborrable de la suprimida memoria del nacionalcatolicismo y el fascismo españoles, de su corrupción, censura y violencia.
PALOMARES es el signo de una era de guerras globales, escarnio mediático de la masa electrónica mundial y angustia histórica frente a un imprevisible mañana.