Porfía es un vocablo polisémico que resume con acierto los aspectos positivos de l constancia, sacrificio, valor, fidelidad, amor y fe. Recupera, así, la idea de la vida como ejercicio valeroso de la virtus humanista, conjunción de amor y milicia, de letras y armas, vistas mediante la metáfora de la porfía a la que al ideal humanista cristiano de concordia voluntatum, de quies, de pax, se le une el concepto mas barroco de tensión entre las partes. Lope explora este término en dos series de obras dramáticas, unas basadas en la historia de Macías el Enamorado, el inmarcesible y desgraciado amador, otras dedicadas a las campañas de Flandes. La porfía santifica a Macías y condena a Grisóstomo, el suicida de amor del Quijote, idealiza y sublima al soldado de Flandes y a una España victoriosa, que siempre está a expensas de no encontrar su amor correspondido por el flamenco o por el otro conquistado, y que es, a pesar de ello, amante fiel y perseverante. Una España, como Lope, que imagina porfiada pero se niega a verse como la pinta una leyenda negra que la tilda de pertinaz en su fantasía, el epíteto soberbio y arrogante con que Grisóstomo se imaginaba su propia tragedia de ensoberbecimiento como victoria de desamor en la muerte.