En estos relatos —que abarcan desde 1891 a 1935 y que son una perfecta introducción a la obra de la autora— asistimos a una elegante e irónica disección de la hipocresía de los ricos,de las renuncias personales frente a las presiones sociales, así como a una crítica a la institución del matrimonio, con una mirada compasiva hacia los sueños frustrados del ser humano. Pero la ironía de estos textos no es nunca cruel, y la complicidad que se establece con el lector invita a mirar con nuevos ojos a sus contemporáneos, que se parecen mucho a los nuestros.