Este libro se enmarca en el ascenso de China como potencia global y en las consecuencias para América Latina y busca ser un aporte a la comprensión mutua en el marco de los estudios de política exterior de la relación sino-latinoamericana. El énfasis del análisis está en el tema de la diplomacia pública, en cuanto es un concepto relativamente nuevo en Relaciones Internacionales y también en la política exterior de China. La diplomacia pública se ha transformado crecientemente en un área relevante, ya que las naciones otorgan una gran importancia a la identidad, imagen y opinión pública mundial. Con ello se destaca la necesidad de establecer aportes disciplinarios bajo ópticas procedentes de otras regiones, por lo que el estudio de China como referente no occidental será útil para establecer una reinterpretación y operacionalización en torno a las dinámicas de la diplomacia pública y el soft power, conceptos originalmente anglosajones. Lo anterior, sin perder de vista la relevancia para América Latina, y para Chile en particular, del aprendizaje sobre estos nuevos instrumentos de la política exterior. En sus once capítulos argumenta tres ideas principales que guían a los autores: primero, se analiza el contenido político, cultural y económico que otorga China al concepto de diplomacia pública en cuanto asume su rol de potencia global; segundo, se explica desde cuándo y cómo China incorpora la diplomacia pública en sus relaciones con América Latina; y tercero, se explora cómo los países latinoamericanos entienden a China a través de esta diplomacia pública. Esta investigación convoca los trabajos de autores chinos y chilenos, del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China (CICIR) y del Centro de Estudios de Relaciones Internacionales (CERI) de la Universidad del Desarrollo respectivamente, construyendo una mirada compartida desde ambas posiciones sobre la importancia y desafíos que enfrenta la diplomacia pública de China en América Latina.