Inusual en el actual panorama de la narrativa chilena, esta novela de Adolfo Pardo recobra los dilemas fundamentales que están en el umbral de la escritura y de la vida. La tiranía del tiempo y su contrato con la muerte es el eje en torno al cual se construye una historia que parece autobiográfica pero que finalmente se bifurca en un espejismo que confunde la utopía de la eternidad con la finitud de nuestra existencia en un mundo que conocemos como la realidad.