Islandia, con tan sólo 320.000 habitantes, era el país europeo en el que tra-dicionalmente nunca pasaba nada. Sin embargo, en octubre de 2008, poco después de que una encuesta señalara a los islandeses como «la gente más feliz del mundo», una crisis económica sin precedentes llevó al país a la bancarrota; algo más tarde, en la primavera de 2010, el volcán Eyjafiallajökull puso en alerta con su emisión de cenizas a todo el espacio aéreo europeo. Lo cierto es que la tranquila población de Islandia, con sus manifestaciones pacíficas, ha conseguido que el Gobierno dimita, ha forzado nuevas elecciones y –en lo que se ha calificado como una revolución silenciada (por el escaso eco que ha tenido en los medios de comunicación europeos)–, ha logrado la convocatoria de varios referéndums para poder decidir por sí misma la resolución de su deuda; actualmente, está inmersa en la redacción de una nueva Constitución en la que el pueblo va a tener la última palabra.Tras publicar Islandia, la isla secreta (2002), donde Xavier Moret ofrecía su particular visión del exotismo y la fascinación que la isla despierta en todo aquel que la visite, Islandia, revolución bajo el volcán, a caballo entre la narrativa de viajes y la crónica periodística, narra, tanto a partir del testimonio personal como a través de encuentros con personajes relevantes, lo ocurrido en el país en esta última década.