«Su vida estuvo singularmente desprovista de incidentes: ninguna crisis importante, tan solo algunos pequeños cambios interrumpieron su plácido curso (...)» del libro Recuerdos de Jane AustenRecién iniciada la Biblioteca Jane Austen en nuestro catálogo, en edición de lujo en tela, y con una gran parte de las obras de Jane Austen publicadas también, creemos imprescindible presentar las memorias que escribió su sobrino James Edward Austen-Leigh en 1869 y que sentarían las bases para todas las biografías posteriores de la célebre autora.James Edward Austen-Leigh contó con la ayuda de sus hermanas Anna y Caroline frente a la rivalidad de la otra rama de la familia, los Knight-Knatchbull, que se negaron a entregar una parte de la correspondencia de la autora. Es así como se forjó una visión particular, sin secretos ni devaneos oscuros que pudieran enturbiar la dulcificada vida de la célebre escritora. «La agudeza y la ironía permean la narración desde las primeras páginas y por ello no hay lector que pueda resistirse al razonamiento, expuesto casi con sarcasmo en el segundo capítulo, por el que la cuñada de Elinor y Marianne convence a su marido para que reduzca la pensión de sus hermanastras a lo mínimo imprescindible. O a esa magistral simplicidad y sutileza con que retrata situaciones y paisajes, características que obligan a pensar en Jane Austen como una de las más grandes novelistas de todos los tiempos. Imprescindible desde esta obra primeriza.» Leah Bonnín, La tormenta en un vaso«Ninguna de las dos tiene nada que decir; tú, porque no te comunicas, y yo, porque no escondo nada», le dice Marianne Dashwood a su hermana mayor Elinor en uno de los pasajes más célebres de Juicio y sentimiento (1811), la primera novela que consiguió publicar Jane Austen. Lo no dicho, el secreto deliberado o impuesto, la verdad oculta y la mentira, el pacto de silencio dictado por la lealtad o la piedad, son en efecto los temas principales de esta novela que traza un cuadro tan hilarante como patético de las desventuras de dos hermanas casaderas, hijas de la gentry pero apartadas –en su condición de mujeres- de la fortuna familiar. Sus tropiezos en el camino del matrimonio, a veces empujadas por la mezquindad de sus propios parientes, las alegres presiones de sus vecinos o los mismos «principios» de su carácter y moral, las llevan a conocer todos los extremos que el «terror a la pobreza» o los estragos de una vida inútil pueden ocasionar en el destino de los hombres. Marianne, locuaz y ultrarromántica, y Elinor, prudente y reservada, componen una descompensada balanza de caracteres que finalmente se habrá de equilibrar. Ingeniosísima en su trama, cáustica en su pintura de ambientes y personajes, grave en su espíritu moral, ésta es la primera de las obras maestras de Jane Austen.Jane Austen nació en 1775 en Steventon, séptima de los ocho hijos del rector de la parroquia. Educada principalmente por su padre, empezó a escribir de muy joven, para recreo de la familia: una muestra de sus escritos juveniles, fantasiosos y humorísticos, se encuentra en Amor y amistad, y, de una forma ya más elaborada, en Lady Susan y los Watson. A los veintitrés años envió a los editores el manuscrito de La abadía de Northanger, que fue rechazado. Trece años después, en 1811, conseguiría publicar Juicio y sentimiento, de la que se hicieron dos ediciones, y a la que siguieron Orgullo y prejuicio (1813), Mansfield Park (1814) y Emma (1816), que obtuvieron un gran éxito. Después de su muerte, acaecida prematuramente en 1817 y que le impidió concluir su novela Sanditon, aparecería Persuasión (1817) y, con ella, La abadía de Northanger, que no consiguió publicar en vida. Satírica, antirromántica, profunda y tan primorosa como mordaz, la obra de Jane Austen nace toda ella de una estética necesidad de orden moral. «La Sabiduría – escribió una vez- es mejor que el Ingenio, y a la larga tendrá sin duda la risa de su parte.» «Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero