El movimiento zapatista inició su proyecto político y militar en 1983 y en 1994 se dio a conocer en todo el mundo gracias a su levantamiento militar en el estado de Chiapas, en el sur de México. Sus treinta años de vida convierten a la resistencia zapatista en un referente de movimiento social tras la caída del Muro de Berlín. Hasta la fecha, ningún otro movimiento ciudadano ha logrado mantenerse durante tanto tiempo fiel a su proyecto político y, al mismo tiempo, ninguna otra expresión de descontento ?las calles de El Cairo, Madrid, Londres, Nueva York o Barcelona? ha alcanzado los niveles de organización social autónoma que caracterizan al zapatismo. Comparadas con el movimiento indígena zapatista, las manifestaciones del mundo europeo parecen simples olas de emoción colectiva sin ningún sustento ideológico que las haga perdurar en el tiempo. El zapatismo, que fue portada en todo el mundo mediante la imagen del subcomandante Marcos con el rostro escondido tras su pasamontañas, sobrevive hoy discretamente en los «caracoles», las comunidades en las que se estructura el territorio que administra..
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- Una fiesta bajo la lluvia
- Una escuela de difícil acceso
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educativo indígena
- Infraestructura, currículos alternativos
y promotores: pilares de la educación autónoma
- Voces críticas del caracol educativo zapatista
- Indígenas de todo
el continente, uníos
- La tierra,
para el que la trabaja
- «Nunca más un México
sin nosotros»
- Política y religión, la organización previa al EZLN
- Vaya a la clínica zapatista, aquí no hay médico
- Un diálogo de saberes: el promotor
de salud zapatista
- Resistir en comunidad,
la economía de subsistencia
- El eterno retorno,
el problema de la tierra
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- El motor ideológico,
con gasolina hasta...
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